HISTORIA VIVA
Para entender el éxito de la F4 Spanish Championship, que se vive hoy en el Circuito Madrid Jarama-RACE, debemos viajar al pasado. Era 1967 y España estaba en pleno proceso de motorización. El Seat 600, lanzado seis años antes, estaba suponiendo una auténtica revolución en España. Un coche accesible y versátil. Perfecto para el día a día de un país que ya había superado la posguerra. El automóvil era más un lujo, que un objeto receptor de afición o -incluso- de pasión; pasión por la velocidad. Con intención de cambiar esta idea, el RACE decidió construir un circuito de velocidad, el primero en España. Se eligió un terreno árido en San Sebastián de los Reyes. El trazado fue impulsado por el entonces presidente del Club, el duque de Montellano, que encargó el diseño a John Hugenholtz, arquitecto e ideólogo de dos autódromos míticos: Zandvoort, en Ámsterdam y Suzuka, en Japón. Así nació el Circuito de Jarama RACE.
JARAMA Y LA FÓRMULA 1
El podio fue así: Graham Hill (Lotus-Ford), Denny Hulme (McLaren-Ford) y Brian Redman (Cooper-BRM). Así se recordará el XVI Gran Premio de España, puntuable ya para el mundial de Formula 1 aquel 12 de mayo de 1968. De aquella inauguración y de aquel triunvirato de ensueño, pasaron muchos años. Muchos kilómetros e innumerables neumáticos quemados en la pista de Jarama. Así, llegamos a una fecha que marcó un antes y un después. Porque si el inglés Graham Hill fue el primer ganador en Jarama, por los puntos, también, hubo uno que fue el que cerró la puerta.
EL FINAL MAS AJUSTADO
Si por algo se recuerda aquella carrera es porque sigue siendo la del final más cerrado en la historia de la Fórmula 1. Cinco coches entraron pegados en una diferencia de sólo 1,24 segundos, pero también por ser la sexta y última victoria en la trayectoria del genial Gilles Villeneuve, con el mítico número 27 de Ferrari. Pero además, se le recuerda por la defensa soberbia del canadiense sobre cuatro rivales. Fue arte puro para mantener tras de sí, a Jacques Laffite (Ligier Talbot), por 0,2 segundos; John Watson (McLaren), a 0,5; Carlos Reutemann (Williams), a 1.00 y Elio de Angelis (Lotus), a 1,24. ¿Mejor manera de despedir Jarama de la F1?… Probablemente no habrá.
UN TRAZADO QUE ENAMORA
El trazado no ha cambiado del original. Son 3.850 metros de longitud. Lo forman 16 curvas que, desde sus inicios, le han convertido en un circuito muy técnico. No obstante, lo amplio de su calzada, permitía su negociación en muy buenas condiciones. Los nombres de las curvas actuales son las siguientes, en orden de la 1 a la 16; Nuvolari, Fangio, Varzi, Le Mans, Farin, Pegaso (rampa, bajo el puente actual de Dunlop), Ascari, Portago, Bugatti, Monza, María de Villota (antes de recta de meta).
JARAMA CRECE
Hoy, aparte de la competencias, el trazado se alquila para distintos eventos relacionados con el mundo del motor como puedan ser los cursos de conducción del RACE, presentaciones de marca, grabaciones de anuncios, sesiones fotográficas oficiales, pruebas… al tiempo que con la última remodelación se han organizado eventos para aficionados a lo largo del año: Jarama Vintage Festival, Jarama Fan Club, Track Days, Toyota GR Days, Jarama Classic e incluso experiencias de conducción. Actualmente, se realizan también varias citas al año en las que cualquier persona puede rodar con su coche a modo de poner al alcance la conducción en el circuito o acceder en persona para disfrutar del ambiente especial de estos días de gran movimiento.
La construcción del Edificio Torre de Control fue un gran hito de la remodelación. A ello se sumó el Jarama Paddock Club, espacio inaugurado en 2015, destinado a la organización de eventos y en el que se integran las Salas de Dirección de Carrera y Cronometraje, fue el primer hito del proyecto de renovación integral de las instalaciones del Circuito que se iniciaron con el Proyecto Jamara 2021 y que contempla continuar con las mejoras de un centro del motor español con historia y mucho futuro, en el que la F4 Spanish Championship, es una competición angular.